Casi todas las semanas tengo que repetir un par de veces la definición de Arte Marcial.
Arte según la RAE en su primera acepción es: Dominio o habilidad para hacer algo.
Marcial viene de Marte, Dios Romano de la Guerra.
Así que podríamos decir que arte marcial es dominar la guerra o tener habilidades para hacer la guerra.
Sin embargo, hoy casi todo lo que no es meramente deportivo se inculca como “solo para defensa” y esto muchas veces implica lo que se conoce como ser “Reactivo” o dicho de otro modo, no hacer nada hasta que el otro no haya comenzado a atacarme, como si evitar una pelea de la forma que sea (negociando, persuadiendo, dando lástima o causando miedo) no fuera defensa personal.
Por otro lado, tenemos a toda esa gente desde su circulo de confort rechazan todo tipo de violencia, incluso con frases tan estúpidas como (*opinión personal): que no se puede o que no se debe combatir la violencia con más violencia. Me gustaría ver a esas personas tener las santas narices de decirle en la cara a alguna de mis pacientes víctimas de violencia de género, que en el momento en el que su agresor la estaba agarrando por el cuello y metiendo puñetazos y patadas en la tripa, dar un empujón a su agresor no esta justificado, y en mitad de esa situación lo que deben hacer es hablar… Me gustaría ver a esas personas plantarse delante de la niña violada por “los 5 de la manada” en los pasados san fermines y tener las santas narices de decirle a esa niña violada que debía haber hablado con sus agresores, que actuó bien, porque si les hubiera pegado un mordisco o una patada en la entrepierna no sería moralmente adecuado. Me encantaría ver a las personas que hacen tal afirmación en una situación parecida a las anteriores, a ver si intentan hablar con su agresor o tratan de meter manotazos buscando que se acaben los golpes cuanto antes…
Este año he vuelto a ir al campamento de artes marciales filipinas, me he vuelto a llevar palazos, cuchillazos, trompazos de realidad contra la fantasía en la que solemos vivir incluso los artistas marciales. Podría pasarme horas alagando a los profesionales que tuvimos como docentes: Lázaro, Jorge, Pedro, o Emin, entre otros, pero prefiero contaros uno de los experimentos que realizamos y sus conclusiones.
1.) En un momento determinado se nos planteó un escenario, un perturbado mental armado con un cuchillo (sin filo) debía atacar cuando se viera acorralado, el resto del grupo debíamos tratar de contenerlo y arrebatarle el arma si podíamos. A él se le dijo que nosotros eramos unos tipos malos que como le pilláramos le íbamos a hacer mucha mucha pupa y se le autorizaba a usar el cuchillo en defensa propia cuando nos acercáramos.
Resultado: varios muertos
2.) A partir de ahí nos planteamos ofrecer una vía de escape para el loco, sin llegar a acorrarle, dejando espacio pero formando una buena pared.
Resultado: el perturbado lograba huir por los huecos que le íbamos dejando sin matarnos a nosotros, y sin matar a unos posibles espectadores que estuvieran detrás nuestro. (movimiento condicionado)
3.) Una vez visto el funcionamiento, repetimos el experimento pero ahora por narices había que controlar. Tras muchos intentos llegamos a una alíneación en punta de flecha, desplegándonos de forma sincronizada a la voz del lider, unos a piernas y otros a brazos, mientras la punta de nuestra formación trata de controlar el arma o hacer un takedown.
Resultado: tras varios intentos muriendo el que iba de lider (indistintamente de quién de nosotros fuera), conseguimos pulir la técnica y la sincronización del trabajo en equipo para sobrevivir todos.
4.) Convertimos al loco en un amok, alguien que no quiere huir en mitad de un brote paranoide, sino un psicótico que asesinará todo lo que encuentre a su paso empezando por lo que tenga más cerca hasta que se le detenga, muera o no quede nada vivo a su alrededor.
Resultado: cuando entraba el malo en la habitación nuestro cerebro reptil solo planteaba dos opciones, lanzarse a por él o huir hasta verse acorralado, y una vez siendo consciente de que no había escapatoria lanzarse a por él tratando de sobrevivir. Quien tiene la iniciativa del combate tiene la ventaja, él decide cuándo, dónde y cómo, y tu solo puedes morir desangrado. Las veces anteriores estuvimos usando tácticas defensivas, entrábamos después de que el malo hiciera una ruptura de figura o estando ya entre nosotros y la pared hiciera algún tipo de arrancada hacia nosotros, pero ahora que había cambiado el escenario, no valían las tácticas defensivas, y nos dimos cuenta de que solo si se usan tácticas ofensivas podemos detener al malo. Descubrimos que solo se es posible sobrevivir siendo proactivo y atacando al malo cuando aún está parado, antes de que decida ir a por ti. En este último escenario no teníamos tiempo material para organizarnos, asignar roles, colocarnos y actuar, cada cual solo trataba de salvar su culo literalmente, de un tipo con cuchillo que gritaba y corría sin rumbo fijo a apuñalar todo bulto que encontrara a su paso.
“Si la amenaza es controlable se pueden usar tácticas ofensivas y defensivas, pero si No tengo un control mínimo sobre la amenaza, solo podré tener éxito con tácticas ofensivas.” (* frase del Instructor Emin Sabovic quién planteó el experimento y para mi uno de los más grandes en conceptos de combate que he conocido en toda mi trayectoria profesional)
Si nuestro agresor tiene algo superior: cuchillo, jeringuilla, etc, en un ambiente civil sin tiempo para planear, hacer una formación entre varios y entrar completamente sincronizado con tus compañeros a la primera, en un ambiente dónde en definitiva estoy solo frente a la amenaza: ¿cómo sé si si el malo solo quiere escapar o si realmente me quiere matar?
La decisión táctica, (no técnica, sino táctica), solo puede ser atacar, ser proactivo, porque cuando el malo decida atacarme (si decide hacerlo), mi tiempo de reacción será tan mínimo que mi porcentaje de morir es demasiado elevado.
Intentar una táctica defensiva consiste en dejar atacar al malo y tras ver lo que hace, entonces, solo entonces, tratar de reaccionar, así sabré con una certeza absoluta cuales son las intenciones del agresor, pero esto, en una situación real, en un gran porcentaje de ocasiones será muerte segura. ¿habéis visto el vídeo? como la chica intente moverse después del disparo del malo…
La Defensa Personal consiste en salir vivo de las situaciones hostiles o de enfrentamiento físico, no nos equivoquemos creyendo que solo es defensa personal cuando actúo después del malo. Muchas veces quién quiere actuar después, no le da tiempo a actuar.
Seamos Realistas en lo que entrenamos, y en lo que enseñamos. La salud, la integridad y a veces hasta la vida de nuestros alumnos está en nuestras manos. Allá cada cual con su conciencia respecto a lo que enseña y cómo lo enseña.
Enric Navarro
www.enricnavarro.es
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